Una de las definiciones de
justicia: “Es el poder de establecer la parte razonable sobre la parte rapaz,
ávida, estafadora, aquello que conduce a resolver los problemas de lo tuyo y lo
mío como un árbitro. Como la parte rapaz es más astuta, y perturba el juicio,
la justicia sólo se mantiene por precauciones contrarias. La principal es el
contrato, que es establecido cuando el deseo no tiene aún objetos presentes.
Detrás de cada contrato, la regla de justicia es la igualdad, es decir, que en
todo intercambio, debo ponerme en el lugar del otro con todo lo que yo sé, y
decidir si el arreglo le parecería bien. Ese gran cuidado del otro, que es el
fundamento de la justicia, se vincula con lo que decía Kant acerca de la
posibilidad de tomar a todo ser humano como un fin, y no sólo como medio. Por
ejemplo, a la hora de pagar un salario, preguntarse si permite una vida humana.
Vendes una casa en la que vives durante años. La justicia sería informar al
comprador de todo vicio de construcción o molestia del vecindario. En general
no hacemos eso. Quien vende un auto usado lo sabe muy bien. Pero vemos que
sería justo hacerlo así. La transacción sólo es justa si cumple con las
condiciones que habrían podido consentir los iguales (por poder, saber,
derechos). La justicia es una condición de igualdad a la que deben someterse
nuestros intercambios. ¿Debemos entonces renunciar a nuestros intereses? No.
Pero hay que someterse a la justicia, y no a la inversa. ¿Y si no lo hacemos?
Entonces, conténtate con ser rico, y no intentes, además, ser justo”.
(Alain)
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