Instituto Juan A. Comenio
ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL
Trabajo Final de Investigación en Bioética
GABRIELA SLY
Prof. Lic. Ana G. Kelleyian Manoukian
Noviembre 2011
PRESENTACION Y ALCANCES
Actualmente, el debate es entre dos concepciones de la autonomía individual. "Los que quieren legalizar la eutanasia afirman que este derecho (a la muerte) es ilimitado y es exigible por el individuo frente a la sociedad y los médicos". En cambio, los contrarios a la eutanasia "sostienen que la preocupación por el bien común exige poner límites a una reivindicación individual que, si se reconociera por ley, daría paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia". Estos, conscientes de la función simbólica que tienen las leyes, "se niegan a convertir la justicia en un calco de meros deseos individuales y no separan el derecho de una reflexión filosófica sobre la condición humana. La política, lejos de reducirse al arte de conquistar y conservar el poder, supone que las decisiones se articulen según valores comunes".
PLANTEO DEL CASO
El caso de eutanasia elegido para esta discusión sucedió en España, en la ciudad de Huelva (Andalucía) y comenzó el 26 de julio de 2011.
Una decisión política sin precedentes en España, tomada por la Junta de Andalucía tras el desacuerdo entre médicos y el hijo de una paciente en coma en Huelva, prima el 'deseo del paciente' al criterio médico, imponiendo las prácticas eutanásicas de la ley andaluza de 'muerte digna'.
Ramona Estévez lleva once días de agonía de hambre y sed.
La Junta de Andalucía le ha quitado la sonda de hidratación.
Lo "digno" es que muera, dice el Gobierno andaluz.
RELATO DE UN CASO REAL
Una orden andaluza da el pistoletazo de salida a las prácticas eutanásicas
REDACCIÓN HO.- "Dentro de un proceso de salud irreversible, hay que preservar la dignidad de las personas", ha incidido la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC), después de que, el pasado martes, la Consejería de Salud andaluza obligara al Hospital Blanca Paloma de Huelva a retirar la sonda nasogástrica que alimentaba a Ramona Estévez, una anciana de 90 años en coma tras sufrir un infarto cerebral. Una decisión sin precedentes en nuestro país, que ha dado el pistoletazo de salida a la ley andaluza mal llamada de 'muerte digna', aprobada en marzo del 2010. Los médicos sostenían además que la orden política de retirar la sonda a una enferma vulnera la objeción de conciencia.
La Consejería tomó esta decisión ante el conflicto creado entre los médicos del hospital y familiares de la paciente. La anciana comenzó ingresando en el hospital público Juan Ramón Jiménez de la ciudad de Huelva tras sufrir Ramona el 26 de julio de 2011 un infarto cerebral. Los médicos, tras realizarle una TAC (tomografía axial computada), declinaron sondarla debido a considerar su estado irreversible -no terminal- y fue trasladada al Hospital Blanca Paloma (Huelva).
Tras llegar a este centro hospitalario concertado, los médicos de la paciente, en coma, comunicaron a la familia de Ramona el 4 de agosto la necesidad de sondarla porque 'el suero no alimentaba, sólo hidrataba', algo a lo que se negó el hijo de la paciente, José Ramón Páez, que está siendo asesorado por la asociación pro-eutanasia Derecho a Morir Dignamente.
Así, el hijo de la paciente anciana interpuso una queja ante la Consejería de Salud y el centro hospitalario. En menos de un día, la Junta se puso en contacto con el hospital para informarle de que debía acatar el deseo del paciente y cumplir de este modo con la ley de muerte digna, que contempla que "toda persona tiene derecho a rechazar la intervención propuesta por los profesionales sanitarios, tras un proceso de información y decisión, aunque ello pueda poner en peligro su vida".
Según ha explicado a Europa Press, el hijo de esta enferma, José Ramón Páez, su madre le hizo "prometer antes de sufrir el infarto que no dejaría que le pusieran sondas". "Yo lo que he hecho ha sido cumplir su voluntad porque ella ha vivido muy feliz y desde que se partió la cadera hace unos meses no quería pisar un hospital", ha concluido.
DISCUSION
Definición
Eutanasia, según indica el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), es la acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes enfermos o terminales, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. También indica el DRAE que eutanasia es la muerte sin sufrimiento físico. La palabra deriva del griego: ευ eu (‘bueno’) y θάνατος thanatos (‘muerte’).
El motivo que se aduce por lo general es que de esa manera se quiere ahorrar al paciente mismo sufrimientos definidos inútiles.
Clasificaciones de Eutanasia
En el medio hispanohablante se han introducido conceptos de la evaluación ética de la eutanasia y se la califica de directa o indirecta en cuanto existe o no la intención de provocar primariamente la muerte en las acciones que se realizan sobre el enfermo terminal.
1. Eutanasia directa: Adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, esta a su vez posee dos formas:
a) Activa: Consiste en provocar una muerte indolora a petición del afectado; el caso más frecuentemente mostrado es el cáncer, pero pueden ser también enfermedades incurables como el sida. Se recurre, como se comprende, a sustancias especiales mortíferas o a sobredosis de morfina.
b) Pasiva: Se deja de tratar una complicación, por ejemplo una bronconeumonía, o de alimentar por vía parenteral u otra al enfermo, con lo cual se precipita el término de la vida; es una muerte por omisión. De acuerdo con Pérez Varela «la eutanasia pasiva puede revestir dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir». Debe resaltarse que en este tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al enfermo.
2. Eutanasia indirecta: Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminución de la conciencia y casi siempre una abreviación de la vida. Aquí la intención, sin duda, no es acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, y lo otro es una consecuencia no deseada. Entra así en lo que desde Tomás de Aquino se llama un problema de doble efecto, que resulta previsto pero no buscando que sea adelantada la muerte del paciente.
Otros conceptos relacionados
Suicidio asistido: Significa proporcionar en forma intencional y con conocimiento a una persona los medios o procedimientos o ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extinción de muerte inminente, porque la vida ha perdido razón de ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cabe destacar, que en este caso es el paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de allí el concepto de suicidio. El 17 de marzo de 2010, el Parlamento de Andalucía (España) aprueba esta ley, primer referente en España.
Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del afectado. La palabra apunta hacia una mala muerte (kakós: malo).
Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminología práctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condición (dignidad) del enfermo terminal y no en la voluntad de morir.
Distanasia: Consiste en el «encarnizamiento o ensañamiento terapéutico», mediante el cual se procura posponer el momento de la muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya seguridad de que no hay opción alguna de recuperar la salud, con el fin de prolongar la vida del enfermo a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas. Normalmente se hace según los deseos de otros (familiares, médicos) y no según el verdadero bien e interés del paciente.
El perno de la justificación que se quiere utilizar y presentar a la opinión pública está constituido sustancialmente por dos ideas fundamentales :
1. el principio de autonomía del sujeto, que tendría derecho a disponer, de manera absoluta, de su propia vida; y
2. la convicción, más o menos explicitada, de la insoportabilidad e inutilidad del dolor que puede a veces acompañar a la muerte.
Argumentos a favor de la Eutanasia
Argumentos Médicos
• A veces los médicos deciden por su propia parte si el paciente debe morir o no y provocan su muerte, rápida y sin dolor. Es lo que se conoce como limitación del esfuerzo terapéutico, limitación de tratamientos o, simplemente, eutanasia agresiva. Normalmente la eutanasia se lleva a cabo con el conocimiento y anuencia de los familiares y/o curadores del paciente.
• En medicina, el respeto a la autonomía de la persona y los derechos de los pacientes son cada vez más ponderados en la toma de decisiones médicas.
• En sintonía con lo anterior, la introducción del consentimiento informado en la relación médico-paciente, y para éstas situaciones, la elaboración de un documento de voluntades anticipadas sería una buena manera de regular las actuaciones médicas frente a situaciones hipotéticas donde la persona pierda total — o parcialmente— su autonomía para decidir, en el momento, sobre las actuaciones médicas pertinentes a su estado de salud.
Cabe agregar que, al estar […] la eutanasia disponible, esto daría lugar a que algunos sujetos presionaran a sus familiares para que acepten morir, poniendo de relieve la dificultad de establecer controles estrictos para probar la influencia de otros sobre la decisión del paciente. Otras personas desearán morir porque sufren de depresión clínica, invalidando esta condición una decisión consciente.
Argumentos Jurídicos
• La despenalización de la eutanasia no significa obligatoriedad absoluta. No se puede imponer el criterio de un conglomerado al ordenamiento jurídico de todo un territorio, por lo que el derecho debiera asegurar los mecanismos para regular el acceso a la eutanasia de los pacientes interesados que cumplan unos requisitos especificados legalmente; así como de la legalidad y transparencia de los procedimientos.
• La sociedad moderna basa su ordenamiento jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada enfermo tiene derecho a decidir, informadamente, sobre los asuntos que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir -o no seguir- viviendo.
Argumentos en contra de la Eutanasia
• La Asociación Médica Mundial considera contrarios a la ética y condena tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia. En cambio recomienda los cuidados paliativos.
• La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad.
• La Organización Médica Colegial de España considera que «la petición individual de la eutanasia o el suicidio asistido deben ser considerados generalmente como una demanda de mayor atención pudiendo hacer que desaparezca esta petición aplicando los principios y la práctica de unos cuidados paliativos de calidad».
• En el caso de los Países Bajos, uno de los primeros países en despenalizar al médico que practique la eutanasia, el estudio Remmelink reveló que en más de mil casos el médico admitió haber causado o acelerado la muerte del paciente sin que éste lo pidiera, por razones variadas, desde la imposibilidad de tratar el dolor, la falta de calidad de vida o por el hecho de que tardara en morir.
Los argumentos en contra inciden en la «inviolabilidad» de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia.
Se han publicado advertencias referidas a pacientes de edad que, aterrorizados por la posibilidad de la eutanasia, se negaron a una hospitalización y se niegan, incluso, a consultar a médicos. Una encuesta efectuada entre pacientes de hospitales mostró que muchos de ellos temen que sus propias familias puedan solicitar la eutanasia sin consultarlos.
Muchas confesiones religiosas, como la cristiana y la judía, creen que Dios da la vida y por lo tanto sólo a Él corresponde la potestad de quitarla. En este contexto, la eutanasia sería considerada como rechazo a la soberanía de Dios.
DILEMA
“Alimentación artificial: ¿cuidado paliativo o tratamiento médico?”
La alimentación artificial por sonda está en el límite entre el tratamiento médico y el cuidado. La pregunta es: la sonda que alimenta a una persona incapaz de deglutir, ¿es un tratamiento médico más? ¿Puede considerarse excepcional? ¿Es lícito renunciar a él? Es, quizá, el caso más claro en que el límite entre lo que supone un cuidado básico de una persona, en cualquiera que sea su estado, y el tratamiento médico que puede resultar abusivo es difuso. En una medicina que tiende a dar cada vez más peso a la voluntad del paciente o a quienes toman la decisión por ellos, aspectos como la nutrición enteral (una sonda que entra por la nariz y llega al estómago) o parenteral (el tubo entra a través del abdomen directamente) está, al menos en España, en ese terreno fronterizo del que es difícil salir.
El problema es que en España, al contrario que en otros países, como Estados Unidos, no hay un protocolo claro que establezca que la alimentación artificial -"por un tubo de plástico que se mete por la nariz hasta el estómago", como recalca Luis Montes, presidente de Derecho a Morir Dignamente (DMD)- es un tratamiento médico.
"Los americanos esto lo tienen más claro", dice. La clave es lo que se considera un "tratamiento fútil", que se define como el que se proporciona cuando se ha llegado a "un punto de retorno, en el que se haga lo que se haga solo se va a alargar la supervivencia", sin "confort o bienestar".
Este punto de vista general fue alterado por el papa Juan Pablo II en 2004, cuando estableció que la alimentación enteral mediante un tubo debía ser considerada un cuidado común que no se diferencia de la alimentación voluntaria por vía oral.
En el otro extremo están quienes pueden caer "en un encarnizamiento terapéutico" (distanasia), que lo pueden justificar como "una decisión casi divina de prolongar la vida a cualquier precio". […] "Son los que afirman que su ética les obliga a pinchar, a ponerle una vía", aunque no vaya a haber una mejoría, solo para evitar que se muera.
Jacinto Bátiz, secretario de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC) afirma al diario La Razón: "Me parece preocupante que al médico se le haga caso en el diagnóstico de una lesión cerebral irreversible, pero que no le dejen tomar decisiones a la hora de aplicar unos cuidados. Para Bátiz, la confusión que genera este caso parte de si la alimentación por sonda nasogástrica se considera un tratamiento médico o un cuidado para el enfermo.
"Ahora podría darse el caso de que se considere que se les está prolongando la vida de manera inútil a todos aquellos que estén alimentados por este tipo de sonda. Es preocupante que se pueda generalizar", añade Bátiz, jefe del área de cuidados paliativos del hospital San Juan de Dios de Santurtzi (Vizcaya). Y es que considera que este proceso "no produce ningún sufrimiento al paciente". Además, "si la situación de la paciente es irreversible, por mucho que se la alimente, no se va a prolongar su situación: el cerebro dejará de funcionar".
De la misma opinión es la doctora María Alonso, del Área de Medicina de Profesionales por la Ética. "La sonda no está llena de cables y no es una medida desproporcionada", afirma. Así, en el caso de la sonda nasogástrica sea una medida de mantenimiento del paciente, "no sería ético retirarla, porque el enfermo moriría por deshidratación o desnutrición". Si se trata de una medida terapéutica, "sí podría ser ético retirar la sonda, pues se puede alimentar al paciente por vía oral". La sonda facilita el acceso de alimentos y que "los nutrientes sean más ricos".
Sobre este caso, también queda en entredicho el derecho a la objeción a la conciencia de los profesionales. "La familia puede exigir la retirada de un tratamiento, pero el médico podrá discrepar. Y si la ley le obliga, el médico debe tener derecho a la objeción de conciencia", añade Bátiz.
La doctora Alonso recuerda que en el proyecto estatal de ley de muerte digna, en su artículo 4, se despenaliza la "mala praxis" médica, pues es el paciente quien "decide libremente sobre las intervenciones y el tratamiento a seguir". Con el caso de Huelva, la ley andaluza es un reflejo de lo que podría suponer una ley estatal.
Situación en Argentina
“En la Argentina esto no está legislado, salvo en la provincia de Río Negro. Pero tampoco tendría por qué estarlo, ya que retirar un soporte vital es algo que debe decidirse en la confidencialidad de la relación médico-paciente”, aseguró en 2009 el presidente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), Carlos Gherardi.
De hecho, en las pautas que la SATI tiene para actuar en estos casos recomienda que se les plantee a los familiares la posibilidad de desconectar a los pacientes “cuando sólo se trate de mantener y prolongar un cuadro de inconsciencia permanente e irreversible”.
Según el médico, estas situaciones “penosas” son el precio que se debe pagar por el avance de la medicina.
“En principio en la Argentina cualquier persona tiene derecho a rechazar un tratamiento. Los médicos deben respetar este deseo. Así lo establece una ley que data de 1968. El problema se plantea cuando el paciente no puede decidir por sí mismo”, sostuvo el jefe de la sección Riesgo Médico-Legal del hospital Muñiz, Ignacio Maglio.
De acuerdo con el abogado hay que ver si se considera que estos tipos de tratamientos médicos pueden considerarse desproporcionados. “En caso de que esto sea así, es legítimo y legal que una persona pueda rechazarlo”, sostuvo.
Polémica por aprobación de la eutanasia en Argentina (8/11/11):
La votación quedó once a favor y tres en contra. Desde el martes la Comisión había llevado a cabo un álgido debate sobre el tema y los cuestionamientos religiosos que genera la eutanasia.
La iniciativa fue presentada por el senador Armando Benedetti y establece una serie de medidas para la eutanasia que fueron debatidas y aprobadas por los congresistas.
Los parámetros y reglas que establecería el Congreso son:
1. Reglamenta la práctica de la Eutanasia que fue aprobada por la Corte Constitucional desde 1997.
2. En el nuevo proyecto el enfermo es el único que puede decidir si se aplica o no una eutanasia. Los familiares ya no podrán tomar esta decisión.
3. Se incluyen cuidados paliativos para aquellas personas que no quieran practicarse una Eutanasia. Ello implica que el Gobierno debe reglamentar la materia. Los cuidados paliativos son los que controlan el dolor, ello implica el manejo de drogas que deberán ser incorporadas al POS como la morfina.
4. Se controla el turismo eutanásico. Significa que sólo colombianos o extranjeros residentes por más de un año pueden solicitar su aplicación.
5. Se impone labores de monitoreo y vigilancia al Ministerio de Protección sobre el tema de la eutanasia.
Los ítems 2. y 3. coinciden con la Ley Andaluza de Muerte Digna en sus artículos 4. b) y 12, respectivamente.
¿Qué es lo que se está tratando de legalizar cuando se habla de Muerte Digna?
No se puede legalizar lo que es un hecho de la naturaleza: la Muerte. Y en lo que a Digna se refiere, hay muchas muertes indignas y nadie se preocupa por legalizarlas: por ejemplo, las 24.000 personas que mueren de hambre por día alrededor del mundo , y con no menos sufrimiento.
De modo que se debe seguir bajando, buceando hacia otras profundidades hasta llegar a conocer cuáles son los intereses de quienes quieren legalizar la eutanasia ya que NO son los pacientes, precisamente, los que la solicitan sino la Sociedad para la Eutanasia y su fundación, las cuales se transformaron en la Sociedad por el Derecho a Morir y luego adoptaron otras denominaciones. Todas ellas tuvieron sus oficinas en el mismo edificio en Nueva York. En el Consejo Consultivo de la Sociedad para la Eutanasia, como miembro fundador, se encuentra Abigail Van Buren, la columnista que escribe bajo el nombre de "Querida Abbey" en periódicos y que continuamente promueve estas mal llamadas "disposiciones de vida".
Es innegable que hay casos terribles, los cuales también son puntuales y aislados. Pero justamente son esos los que los medios utilizan, magnifican y explotan para sostener y justificar sus argumentos.
Las posibles peticiones de muerte por parte de personas que sufren gravemente, como demuestran las encuestas realizadas entre los pacientes y los testimonios de clínicos cercanos a las situaciones de los moribundos, casi siempre constituyen la manifestación extrema de una apremiante solicitud del paciente que quiere recibir más atención y cercanía humana, además de cuidados adecuados, ambos elementos que actualmente a veces faltan en los hospitales. Resulta hoy más verdadera que nunca la consideración […] de que "El enfermo que se siente rodeado por la presencia amorosa, humana y cristiana, no cae en la depresión y en la angustia de quien, por el contrario, se siente abandonado a su destino de sufrimiento y muerte y pide que acaben con su vida. Por eso la eutanasia es una derrota de quien la teoriza, la decide y la práctica".
"Una vez que un paciente se siente bienvenido y no una carga para otros, una vez que su dolor ha podido ser controlado y se han aliviado otros síntomas hasta llevarlos por lo menos a proporciones manejables, entonces el clamor por la eutanasia desaparece.
Es que la enfermedad pone en evidencia el deterioro del cuerpo, y esto atenta contra los valores que dominan en esta sociedad post moderna: la estética y el hedonismo.
Tal como lo explica M. Rodríguez Ceberio en “Historia del romance de la locura y la sociedad” parece evidenciarse cierto paralelismo entre lo que ocurría en la Edad Media con los locos. Dice Ceberio: “El loco es el resultado de esta no adecuación al sistema normativo, en el que se introduce el elemento innovador (por ende diferente), por eso se constituye en amenaza, ya que perturba la estabilidad (orden y coherencia) del sistema”.
[…] Los desadaptados, los que no comparten el código del sistema social, son vividos como factores perturbadores del mismo y por eso es necesario “embarcarlos” a navegar por ríos imaginarios de los hospicios y depositarlos en las tierras más alejadas posibles.
Con los pacientes terminales sucede lo mismo. El sufrimiento desestabiliza emocionalmente y pueden llegar a constituir una perturbación para el natural desarrollo de las actividades de la vida diaria. Entonces, con la eutanasia, se llega aún más allá que a las “alejadas tierras” de los manicomios: se llega hasta el mismo cielo o infierno.
Pero Ceberio dice aún más: “El manicomio sería el recurso homeostático de lo social, en donde los elementos perturbadores de los microsistemas confluyen en un mismo lugar del macrosistema, o sea, que las disfuncionalidades de las partes revelan los elementos disfuncionales del todo.
¿Quién es el enfermo, entonces?
Me pregunto qué es lo que le sucede a la sociedad del mundo actual para no soportar el dolor y, en nombre de la misericordia y la compasión querer fundamentar una especie de justificación o casi obligatoriedad de la eutanasia. Tal vez de esta manera se estén revelando aquellos elementos disfuncionales de la sociedad toda, a los que Ceberio hace referencia.
Dado que es invisiblemente delgado el hilo que separa la normalidad de la patología, creo que este es un punto para detenerse.
En 1987 el famoso Dr. Muerte, Jack Kevorkian, inició formalmente su macabro oficio de asistente de suicidios con un aviso publicitario en el que se presentaba como "médico asesor de enfermos desahuciados que deseen morir con dignidad" y saltó a la fama gracias a que los medios masivos cubrieron ampliamente la invención del Mercitron, un aparato creado en su propia cocina que se convirtió en la primera máquina del mundo para suicidarse. Desde ese momento Janet Adkins, Marjorie Wantz, Karen Shofftall, Margaret Garrish, Thomas Youk y otras decenas de personas, pasaron a ser nombres conocidos en la creciente lista de "pacientes" que buscaban terminar los padecimientos de sus males en plena crisis emocional, víctimas de la obsesión mortal de Kevorkian, que se preocupó más por verlos morir que por verificar si estaban realmente enfermos.
Con 47 casos ya revisados, […] "hay muy pocas pruebas de que Kevorkian haya consultado con el médico o el psiquiatra de las víctimas", lo que explicaría la rapidez con la que Kevorkian asistía a sus "pacientes" -pues concertaba los suicidios en uno o dos días después de la primera cita- y evidenciaría una vez más la tanática obsesión del Doctor Muerte.
Con una actitud menos desafiante que la del "Doctor Muerte" en Estados Unidos, haciendo uso de un tono no confrontacional, un marcado relativismo jurídico y una voz suave, el escritor y periodista inglés Derek Humphry lanzó su campaña para presentar a Kevorkian como un "genio" incomprendido. El inglés concedió entrevistas a todos los medios interesados y ofreció una conferencia en la que alegó respetar a los que opinan "distinto de mí" y tener claro "que en este país hay un gran arraigo de los principios y de los líderes católicos, los cuales, por supuesto, se oponen a la eutanasia". Sin embargo, el inglés señaló que era posible "respetar y reconocer también" el "aporte" de Kevorkian "a un derecho tan importante como el derecho a morir dignamente".
Recuerdo que, en mis épocas de estudiante universitaria, un profesor que daba la asignatura Fisiología Humana ejercía también como médico de hospital privado. Él solía comentar un hecho anecdótico y patético a la vez: había un determinado día en la semana en el que, sugestivamente, siempre había algún fallecimiento de pacientes que estaban conectados a un respirador automático…
¿Qué hacemos si en el sanatorio faltan camas? ¿Lo ampliamos a un costo siempre alto, o le "damos salida" a los enfermos irrecuperables, sin necesidad de invertir un peso?
Además, “el dolor de los pacientes, del que se habla […] es hoy más que nunca un dolor "curable" con los medios adecuados de la analgesia y de los cuidados paliativos proporcionados al dolor mismo; el paciente, si se le presta una adecuada asistencia humana y espiritual, puede recibir alivio y consuelo en un clima de apoyo psicológico y afectivo”.
Otra cuestión importante a tener en cuenta son los casos como el de Karen Ann Quinlan, una norteamericana de 21 años que entró en coma por una sobredosis de alcohol y drogas. Sus padres adoptivos, luego de una larga batalla legal, solicitaron a los médicos la interrupción de los tratamientos extraordinarios, para permitir a la joven morir naturalmente. Sin embargo, luego de la desconexión, la paciente continuó con vida por diez años.
HIPÓTESIS DE RESOLUCION ETICA EN CONSULTORIA PSICOLOGICA
Consultante: José Ramón Páez (hijo de Ramona Estévez)
COUNSELOR: Dígame por favor, ¿en qué cree usted que yo podría ayudarlo?
CONSULTANTE: Sinceramente vengo con una carga que me resulta muy pesada de llevar solo. Se trata de la enfermedad de mi madre. Ella me hizo prometer antes de sufrir su infarto cerebral que no dejaría que le pusieran sondas. Yo, lo que he hecho ha sido cumplir su voluntad porque ella ha vivido muy feliz y desde que se partió la cadera hace unos meses no quería pisar un hospital.
COUNSELOR: A ver si entiendo, ¿usted me está diciendo que le resulta una carga haber cumplido con la voluntad de su madre?
CONSULTANTE: No, no. A mí me da tranquilidad de conciencia el haber cumplido con su voluntad.
COUNSELOR: Mmm. (Silencio)
¿Usted haría, entonces, cualquier cosa que le pidiera su madre?
(Me mira sorprendido).
CONSULTANTE: ¡No! Esto era su última voluntad.
Lo que sucede es que… todo este tema legal me pone mal. Algunos me hacen sentir como un asesino. No piensan en lo que a mí me ha costado tomar esta decisión.
COUNSELOR: ¿Y usted cómo se siente?
CONSULTANTE: ¿Cómo?
COUNSELOR: Si, me ha dicho que “algunos” lo hacen sentir como a un asesino. ¿Usted también se siente así?
CONSULTANTE: Yo no tenía alternativa. (Silencio)
¿Usted me puede ayudar?
COUNSELOR: Puedo acompañarlo mientras lo intentamos, si está de acuerdo.
CONSULTANTE: Si, por favor. (Noto que una gran angustia o preocupación lo inunda. Mira hacia abajo erguido en su silla). Ella ha sido una buena madre, una buena mujer. Si yo cumplí con su voluntad, tendría que tener paz. ¿Por qué no la tengo, entonces? Ese es mi problema.
COUNSELOR: ¿Usted está queriendo decir que su falta de paz podría deberse a otra causa?
CONSULTANTE: Y si, evidentemente…
COUNSELOR: Sr. José, ¿usted se ha sentido excedido por la decisión que ha tenido que tomar?
CONSULTANTE: ¡Si! Por supuesto. Ahora que lo pienso, hubiese sido más fácil si mi madre me hubiese pedido que arrojara sus cenizas en el Nilo. (Silencio). Es que se trata de su propia vida..! ¡Una vida! Ella misma me enseñó que es Dios el único que decide cuándo lo llama a uno. Puso en mis manos una decisión que me ha superado. No sé si tendría que haber acatado. No sé si me correspondía a mí haber hecho eso. Temo que la culpa me acompañe por el resto de mi vida…
COUNSELOR: ¿Podría atribuir a alguna cosa, ahora, el motivo de su falta de paz?
CONSULTANTE: Si. Es eso. Es la decisión que tuve que tomar. Bueno, es extraño pero en cierto modo eso me alivia…
COUNSELOR: ¿Qué es lo que lo alivia?
CONSULTANTE: El saberlo, digo. Si bien creo (estoy convencido ahora) de que no me correspondía a mi tomar esa decisión, por más que mi madre me lo pidiera, me disipa la confusión el hecho de saberlo.
CONCLUSION
Como cristiana, creo que Dios tiene un propósito definido cuando permite el sufrimiento en un enfermo y en consecuencia, también en quienes lo rodean; y por lo tanto no hay que tratar de evadirlo como si fuera un escollo en el camino.
El sufrimiento por causa de una enfermedad, es sólo una de las formas en que este puede presentarse.
El sufrimiento es inherente a la experiencia humana y sería una falta de madurez el querer extirparlo.
Con respecto a las posibles opciones de precipitar el fin de una vida humana, opino que esa una cuestión netamente personal. Dado que la muerte tiene que ver con cuestiones éticas y con la cultura, llegando hasta la intimidad más recóndita del ser, creo que no se puede legalizar cómo debe morir “un otro”. En este caso el término “legalizar” podría tener cierta sinonimia con “uniformar”. No se puede uniformar aquello que es tan único y distinto como la persona de cada ser humano.
Concibo a la eutanasia como una forma de asesinato. Desde este punto de vista, menos aún se debe legalizar cómo “matar” a otro, porque eso, directamente, es un delito.
Quisiera, realmente, poder posicionarme en un punto medio en esta conclusión.
Como los extremos se tocan, al hablar de Eutanasia, no se puede omitir hablar de Distanasia. Y aquí entran en juego 2 elementos fundamentales como son la libertad y el respeto.
El modo de morir (ya sea ausentándose para nunca volver, como lo hacían los esquimales de antaño o después de un sufrimiento agónico o como quiera que suceda) y su contexto (con rituales o no, sepultura, cremación, velorio, embalsamamiento, etc.) está determinado por el marco social, cultural y religioso de cada persona, como mencioné anteriormente. Por lo cual, es necesaria la libertad para poder llevar a la práctica dicho “modo”.
Y dado que no todos pertenecemos a una misma cultura (aún viviendo en una misma ciudad) es fundamental el respeto por las costumbres ajenas.
En todas las culturas y a través de todos los tiempos el asesinato ha sido y es considerado un acto condenable. En el caso de la eutanasia, como media el sufrimiento ante una enfermedad terminal, se distorsiona el concepto de asesinato y se pasa a llamarlo “muerte digna”.
Creo que lo más complejo para discernir aquí está entre 2 cuestiones:
1) ¿en qué momento, el querer contribuir con salvar una vida humana, se torna en empecinamiento morboso por prolongar el sufrimiento (distanasia) si ese ser sufriente o quienes respondan por él, consideran de acuerdo a su cultura y costumbres, que ya no quieren que se sigan aplicando más tratamientos? Y,
2) ¿cuál es el preciso instante en que alguien trata de introducir la expeditiva violencia de la muerte anticipada en un enfermo terminal?
Opino que cada individuo o quien/es respondan por él están en su derecho de tomar la decisión que crean conveniente y deben ser respetados.
Por lo tanto en mi opinión, legalizar la eutanasia es sobregeneralizar una mirada particular que algunos tienen de la muerte y el sufrimiento.
BIBLIOGRAFIA
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http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-congreso-aprueba-reglamentacion-de-eutanasia
Consideraciones éticas sobre la eutanasia. Academia Pontificia para la Vida. Ciudad del Vaticano, 9 de diciembre de 2000
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_academies/acdlife/documents/rc_pa_acdlife_doc_20001209_eutanasia_sp.html
Doctor Muerte: La Historia de Jack Kevorkian
http://www.aciprensa.com/eutanasia/selateuta.htm
En la Argentina no hay legislación sobre el “derecho a la muerte digna” (6/2/09)
http://www.lanacion.com.ar/1097262-en-la-argentina-no-hay-legislacion-sobre-el-derecho-a-la-muerte- digna
Eutanasia es cuando el médico mata a su paciente. Enciclopedia Católica On Line.
http://www.aciprensa.com/eutanasia/paciente.htm
Eutanasia: una estrategia emocional. Luis Sánchez de Movellán de la Riva.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20110826/opinion/articulos/eutanasia-estrategia-emocional- 20110826.html
La eutanasia: ¿un paciente terminal puede decidir sobre su vida?
http://www.portalplanetasedna.com.ar/eutanasia.htm
Ley andaluza de Muerte Digna. Ley 2/2010, del 8 de abril, de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona en el Proceso de la Muerte.
Planeta Sedna
http://www.portalplanetasedna.com.ar/eutanasia.htm
¿Por qué NO a la Eutanasia?
http://www.aciprensa.com/eutanasia/noeutanasia.htm
Teoría y técnica de la Psicoterapia Sistémica CLINICA DEL CAMBIO, M. Rodríguez Ceberio, Nadir Editores, 2° edición 1993.
Vivir es mucho más que respirar
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Vivir/mucho/respirar/elpepisoc/20110811elpepisoc_1/Tes
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http://es.wikipedia.org/wiki/Eutanasia
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http://es.wikipedia.org/wiki/Hambruna
miércoles, 15 de agosto de 2012
Eutanasia
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